01362nas a2200145 4500000000100000000000100001008004100002100002900043245007200072856006100144300001000205490000700215520098000222022001401202 d1 aMaría Juliano Corregido00aLas mujeres y el folklore: el laberinto de los mensajes disfrazados uhttps://dialnet.unirioja.es/servlet/extart?codigo=144776 a33-420 v213 aSi entendemos como «fiesta» un ámbito de transgresión (temporalmente acotado) de las normas establecidas, un espacio de libertad que permite, por su misma existencia, la continuidad posterior de las pautas represivas, podemos pensar que constituyen un ámbito en que pueden expresarse y manifestarse los grupos o sectores que normalmente no tienen posibilidades de hacerlo (pobres, jóvenes, mujeres, niños). Una aproximación superficial al problema nos confirmaría esta hipótesis. Así podríamos comprobar, por ejemplo, que en «la fiesta» por excelencia que para J. ROMA está simbolizada en el carnaval, son frecuentes los casos en los que sectores marginales como pastores o estudiantes abandonan el ámbito de sus actividades cotidianas, y conquistan la calle, en una ocupación socialmente aceptada del espacio público. También las mujeres y los niños abandonan a veces el reducto doméstico y ocupan fugazmente el espacio exterior reservado a los hombres. a0590-1871