TY - STAND AU - Estela Monferrer AU - Magdalena Camacho AB - La importancia del sector turístico a nivel mundial es un hecho incuestionable, siendo clave fundamental el cambio en los estilos de vida de las sociedades occidentales, y una nueva percepción del concepto de ocio y disfrute al haber aumentado el poder adquisitivo y tiempo de ocio de las personas.El turista informado, demanda lo particular, lo sorpresivo, lo distinto que ofrece cada lugar, así el evento supone un instrumento de comunicación que le ofrece la posibilidad de participar e integrarse en el mismo.Los eventos suponen momentos de impulso para crear concentraciones de dinero y energía, posibilitando el refuerzo de la imagen del territorio, significando para éstos diferenciación y motivo de atracción como destino turístico singular. De esta manera, en la actualidad se está produciendo una convergencia entre cultura y turismo, puesto que la cultura se comercializa y el turismo se culturiza, requiriéndose otro tipo de actividades que aúnen las necesidades y expectativas del turista en momentos de ocio, permitiéndoles impregnarse de experiencias, emociones, es decir, valores intangibles, que identifican y singularizan los destinos elegidos.Los eventos tradicionales, son parte del Patri monio Cultural Inmaterial que tienen los territorios, patrimonio vivo en constante transformación, implementándose las tradiciones, usos sociales y demás artes y espectáculos zonales. Esta realidad subordinada a continuos cambios, que con la globalización han llegado a todos los puntos del planeta inimaginables, supone diversidad cultural invitando a la creatividad permanente para adecuar las tradiciones al crisol que esto supone.Dentro del ADN de la marca ciudad, es fundamental su perfil cultural que supone la suma de valores y normas que son compartidas por personas y grupos de una organización y que controlan la manera de interactuar unos con otros y ellos con el entorno. En este sentido, los eventos tradicionales son el centro de la vida social y cultural de todas las ciudades y pueblos. Es la celebración máxima que unifica a todos los habitantes de ese lugar y que proporciona sensación de pertenencia. Pero además de simbolizar la unidad de esa ciudad, sus habitantes e instituciones, es en gran parte de las ocasiones, la carta de presentación de la ciudad ante sus visitantes.Esto se debe a que en la fecha en las que se celebran las festividades tradicionales de una localidad, supone el momento en el que, generalmente, se dan cita el mayor número de visitantes. Es por ello por lo que su celebración y organización no puede descuidarse, pues provocaría un fracaso en la organización del evento y, por consiguiente, la generación de una mala imagen por parte de la ciudad que lo acoge.Es por este motivo, por lo que, nos preocupa que la organización que tales eventos conlleva, se realice de la manera más estratégica y organizada posible, pues en muchos casos va a suponer, una oportunidad única para mostrar al visitante y al propio ciudadano, el territorio, la ciudad, en todo su esplendor. Por eso, de su correcta y profesional organización, cuidando todos los detalles, dependerá conseguir construir una buena reputación en torno a la ciudad e instituciones que lo organizan.Nos preocupa la organización de estos eventos, pues ellos reúnen las características fundamentales para proyectar el territorio. A la marca ciudad se le exige que este conectada en su esencia, que sea potenciadora de identidad y orgullo de pertenencia, que sea coherente y aúne las diferentes ideologías existentes, por tanto aplicable a todos los ámbitos. Valores, estos, aplicables perfectamente al evento tradicional y por tanto instrumento generador de reputación positiva para la ciudad si es bien gestionado.Por todos estos motivos, la buena organización de evento tradicional es fundamental ya que permite situarlos en el lugar que, por importancia y méritos, merecen, como portadores de peculiaridad, cultura e historia del territorio por lo que una correcta gestión del evento tradicional, dotándole de la profesionalidad que se merece pondrá en valor su complejidad y la relevancia que para la gestión de la marca-ciudad posee Este trabajo pretende incidir en la importancia que tienen los eventos tradicionales locales como carta de presentación y valor reputacional de los territorios ante sus visitantes. Su correcta y estratégica organización es fundamental, pues dotándoles de la profesionalidad que merecen pondrán en valor su complejidad y relevancia, como portadores de peculiaridad, cultura e historia del territorio, suponiendo una importante fuente de generación de riqueza, dinamización y proyección territorial. N2 - La importancia del sector turístico a nivel mundial es un hecho incuestionable, siendo clave fundamental el cambio en los estilos de vida de las sociedades occidentales, y una nueva percepción del concepto de ocio y disfrute al haber aumentado el poder adquisitivo y tiempo de ocio de las personas.El turista informado, demanda lo particular, lo sorpresivo, lo distinto que ofrece cada lugar, así el evento supone un instrumento de comunicación que le ofrece la posibilidad de participar e integrarse en el mismo.Los eventos suponen momentos de impulso para crear concentraciones de dinero y energía, posibilitando el refuerzo de la imagen del territorio, significando para éstos diferenciación y motivo de atracción como destino turístico singular. De esta manera, en la actualidad se está produciendo una convergencia entre cultura y turismo, puesto que la cultura se comercializa y el turismo se culturiza, requiriéndose otro tipo de actividades que aúnen las necesidades y expectativas del turista en momentos de ocio, permitiéndoles impregnarse de experiencias, emociones, es decir, valores intangibles, que identifican y singularizan los destinos elegidos.Los eventos tradicionales, son parte del Patri monio Cultural Inmaterial que tienen los territorios, patrimonio vivo en constante transformación, implementándose las tradiciones, usos sociales y demás artes y espectáculos zonales. Esta realidad subordinada a continuos cambios, que con la globalización han llegado a todos los puntos del planeta inimaginables, supone diversidad cultural invitando a la creatividad permanente para adecuar las tradiciones al crisol que esto supone.Dentro del ADN de la marca ciudad, es fundamental su perfil cultural que supone la suma de valores y normas que son compartidas por personas y grupos de una organización y que controlan la manera de interactuar unos con otros y ellos con el entorno. En este sentido, los eventos tradicionales son el centro de la vida social y cultural de todas las ciudades y pueblos. Es la celebración máxima que unifica a todos los habitantes de ese lugar y que proporciona sensación de pertenencia. Pero además de simbolizar la unidad de esa ciudad, sus habitantes e instituciones, es en gran parte de las ocasiones, la carta de presentación de la ciudad ante sus visitantes.Esto se debe a que en la fecha en las que se celebran las festividades tradicionales de una localidad, supone el momento en el que, generalmente, se dan cita el mayor número de visitantes. Es por ello por lo que su celebración y organización no puede descuidarse, pues provocaría un fracaso en la organización del evento y, por consiguiente, la generación de una mala imagen por parte de la ciudad que lo acoge.Es por este motivo, por lo que, nos preocupa que la organización que tales eventos conlleva, se realice de la manera más estratégica y organizada posible, pues en muchos casos va a suponer, una oportunidad única para mostrar al visitante y al propio ciudadano, el territorio, la ciudad, en todo su esplendor. Por eso, de su correcta y profesional organización, cuidando todos los detalles, dependerá conseguir construir una buena reputación en torno a la ciudad e instituciones que lo organizan.Nos preocupa la organización de estos eventos, pues ellos reúnen las características fundamentales para proyectar el territorio. A la marca ciudad se le exige que este conectada en su esencia, que sea potenciadora de identidad y orgullo de pertenencia, que sea coherente y aúne las diferentes ideologías existentes, por tanto aplicable a todos los ámbitos. Valores, estos, aplicables perfectamente al evento tradicional y por tanto instrumento generador de reputación positiva para la ciudad si es bien gestionado.Por todos estos motivos, la buena organización de evento tradicional es fundamental ya que permite situarlos en el lugar que, por importancia y méritos, merecen, como portadores de peculiaridad, cultura e historia del territorio por lo que una correcta gestión del evento tradicional, dotándole de la profesionalidad que se merece pondrá en valor su complejidad y la relevancia que para la gestión de la marca-ciudad posee Este trabajo pretende incidir en la importancia que tienen los eventos tradicionales locales como carta de presentación y valor reputacional de los territorios ante sus visitantes. Su correcta y estratégica organización es fundamental, pues dotándoles de la profesionalidad que merecen pondrán en valor su complejidad y relevancia, como portadores de peculiaridad, cultura e historia del territorio, suponiendo una importante fuente de generación de riqueza, dinamización y proyección territorial. PB - La Laguna, Tenerife : Sociedad Latina de Comunicación Social, SLCS, 2010 PY - 2010 SN - 978-84-938428-0-2 EP - 24 TI - Importancia del evento como instrumento de proyección del territorio: El evento tradicional como dinamizador local y generador de riqueza UR - https://dialnet.unirioja.es/servlet/extart?codigo=6395542 ER -