02915nas a2200169 4500000000100000000000100001000000100002008004100003100003100044700003000075700002700105245009400132856006400226300000900290520243200299022001402731 2015 d1 aA. Marcos Alonso-Martínez1 aMaría López Díaz-Ufano1 aVicente Pascual Fuster00a¿El consumo moderado de cerveza podría incluirse dentro de una alimentación saludable? uhttps://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5277313 a1-123 aIntroducción: La cerveza es una bebida que lleva formando parte de nuestra vida habitual desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, su consumo depende de los hábitos alimentarios y del estilo de vida de las distintas poblaciones. En los países europeos situados en la cuenca mediterránea, las bebidas fermentadas como la cerveza ocupan un lugar clave en la dieta mediterránea, declarada en 2010 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Objetivos: El posicionamiento en el que colaboran de forma conjunta un grupo de expertos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y el Centro de Información Cerveza y Salud (CICS) tiene como objetivos, en relación con el consumo moderado de cerveza: a) actualizar el conocimiento basado en la evidencia científica; b) valorar la posibilidad de incluirlo dentro de una alimentación saludable para adultos sanos; c) informar sobre sus posibles beneficios a los profesionales de la salud y a la población en general. Metodología: Un panel de expertos, representado por clínicos e investigadores en el campo de la nutrición, se reunió para revisar la literatura científica relacionada con los efectos del consumo moderado de bebidas fermentadas, en particular de la cerveza, y consensuar resultados, conclusiones y recomendaciones emitidas por distintos autores en el ámbito internacional. Resultados: La evidencia científica actual refleja que el consumo moderado de cerveza no modifica los parámetros relacionados con la antropometría, tanto los pliegues cutáneos como el peso se mantienen. Su aporte energético es bajo, aunque el contenido en nutrientes y compuestos bioactivos es muy interesante, ya que se ha demostrado su potencial efecto antioxidante, anticarcinogénico, antiinflamatorio y antiviral, así como su efecto beneficioso sobre la salud cardiovascular, obteniéndose con ingestas moderadas una protección mayor que en población abstemia. Conclusiones: A la vista de los resultados obtenidos tras la consulta bibliográfica realizada por el panel de expertos, se puede concluir que el consumo moderado de cerveza puede considerarse como parte de una alimentación saludable. No obstante, el consumo moderado de cerveza tradicional está contemplado en adultos sanos, nunca en menores de edad, mujeres gestantes o personas mayores con medicación susceptible de interaccionar con la ingesta de alcohol. a1138-3593